Tratamientos combinados Ortodoncia – Cirugía Ortognática

La ortodoncia que se realiza en estos casos, difiere de la que se realiza normalmente, con ella buscamos eliminar las inclinaciones de los dientes que suelen producirse en estos pacientes. Ello trae consigo un empeoramiento temporal del aspecto, y habitualmente su maloclusión se hace más evidente.

Una vez hemos conseguido que la oclusión de los dientes sea estable, el paciente ya está preparado para la cirugía.

Es el momento que el cirujano coloca los huesos en su posición correcta. La cirugía puede ser de un sólo maxilar (cirugía monomaxilar) o de ambos (cirugía bimaxilar).

En ocasiones, sobre todo en los casos de cirugía bimaxilar, es necesario realizar una férula quirúrgica. Esta férula se realiza previamente a la cirugía mediante programas informáticos, y reproduce los movimientos que el cirujano realiza en el quirófano.  La férula quirúrgica, tiene la finalidad de servir de guía al profesional en el momento de la intervención.

Una vez el paciente ha sido operado, disponemos aproximadamente de 40 días para realizar pequeños cambios en los maxilares, porque en este período los huesos se mueven con mucha facilidad.

Estos movimientos nos interesan para terminar de ajustar los dientes y huesos y conseguir que encajen perfectamente. Para ello, empleamos elásticos o gomas intermaxilares que unen los dientes superiores e inferiores.

Transcurridos estos 40 días, pasamos al igual que en un caso de ortodoncia convencional, a la fase del detallado, que tiene por objetivo dejar los dientes en su posición ideal, para conseguir la sonrisa perfecta.